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DOS MUJERES

LA CIOCIARA

 

 

 

 

 

 

 

Recuerdo con cierta nostalgia aquellos días de censura franquista que se vivió en España....Yo, con muchos años menos tenia la magia del cine corriendo por mis venas y ansiaba ver todas las películas que se estrenaban en Madrid. DOS MUJERES llegó con la aureola de una brutal violación, con la critica social de un pletórico e irrepetible Vittorio de Sica, por lo tanto se le asignó que era "gravemente peligrosa". En mis cines de barrio era totalmente imposible acceder a ella, era como ese misterio que se reserva a las grandes obras, o a los tesoros que saltaban de los libros dedicados al Séptimo Arte y que yo devoraba insaciable, conociendo sus problemas, sus realizaciones, los míticos repartos y el morbo que despertaba una violación en plena pantalla. Me tuve que conformar con esas lecturas algunos años, dos, tres....tal vez cuatro, pero al fín pude sentarme en una sala, abrir mis ojos como platos y desayunar, comer y cenar con un film que me marcó mucho en mi andadura de cinéfilo. DOS MUJERES, es un análisis neorrealista de un maestro, la fuerza de una actriz como no ha existido otra, y enfundado en ese blanco y negro, navegué a través de un océano de penurias, hambre, guerra, injusticias y sobre todo una lucha tenaz por sobrevivir. Eso es para mi DOS MUJERES... Luego seguí a De Sica en otras obras de culto, también protagonizadas por Sophia Loren: MATRIMONIO A LA ITALIANA, LOS GIRASOLES, AYER, HOY Y MAÑANA y así sucesivamente. Vittorio de Sica, junto con Luchino Visconti y Federico Fellini han sido los padres del neorrealismo italiano, cuyo significado llevado al cine consistía en plasmar la realidad tal cual era. Se trataba de un cine con orientación social capaz de representar la terrible depresión tras la guerra, un cine casi de desesperanza con un claro contenido moral. Lejos de querer representar espectáculo, donde las historias estén muy concisas y elaboradas, el cine neorrealista utilizó un estilo más relajado adoptando un ritmo de acción más lento, donde la espera viste a sus protagonistas y crea en los espectadores cierta curiosidad por aquello que va suceder. DOS MUJERES, tiene mucho de todo esto y para mi es un placer confesable o inconfesable, se mire por donde se mire, y yo los placeres los tomo cuando mi sentimiento los necesita.

No es que añore los días de la censura española, pero....tenía un cierto encanto casi morboso el imaginar lo que nos disfrazaban, es como querer conquistar a alguien, soñar a diario con el momento, levantarte con el miembro erecto y dejarte iluminar por el sol del amanecer, sin nada que aferrar a unas manos demasiados húmedas. La imaginación es lo mas libre que existe en el mundo y yo recuerdo ahora con mis palabras y dejo entre estas líneas nombres que estuvieron tejidos con hilo de oro y fueron precursores/as de unos años que en muchos instantes de mi madurez fueron mi banda sonora nocturna.

 

 

DOS MUJERES fue en la filmografía de Sophia Loren un antes y un después. Quiero ofrecer las propias palabras de la actriz a unas preguntas de un periodista:

 

P.-Hablando de su carrera, usted ha trabajado con grandes maestros del cine, tanto italianos como internacionales, ¿cuál es la lección más importante que ha aprendido de ellos?

R.-A leer detenidamente el guión. Y de algunos de ellos, sobre todo de De Sica, la mímica de los gestos.

P.-¿Cuál es el director que, a su juicio, ha sabido sacar lo mejor de usted?

R.-Con gran diferencia Vittorio de Sica, y no sólo por La Ciociara. El primer encuentro de trabajo tuvo lugar en el plató cuando rodabamos Oro di Napoli y enseguida descubrimos la sintonía que nos unía.

P.-Usted ha trabajado con compañeros de la talla de Marcello Mastroianni, Cary Grant, John Wayne, Frank Sinatra y tantos otros... ¿De cuál de ellos guarda un recuerdo más especial?

R.-De Marcello. Hicimos una docena de películas, casi una vida. Entre nosotros existía un aprecio y un profundo conocimiento profesional, en Matrimonio a la Italiana se percibe claramente.

P.-Usted ganó el Oscar a la mejor actriz por su interpretación en Dos mujeres. ¿Considera que ha sido su mejor trabajo?

R.-Sín duda... Dos mujeres me valió el Oscar, pero quiero ser sincera, en el plano emotivo y profesional la comparto con Una jornada particular.

 

 

 

 

El cine de Vittorio de Sica, es una ventana a la más lacerante realidad, continúa estremeciendo con ese estilo donde ocupa un lugar preponderante la sencillez de la vida de las gentes de la Italia más tradicional y pobre. Denuncia y testimonio, este drama de De Sica hace desfilar ante la pantalla uno de los períodos más difíciles en la historia reciente del país: la Segunda Guerra Mundial y la ocupación alemana. Sobriamente, dejando gran parte del peso de la obra en la potencia interpretativa y arrolladora de una Sofía Loren en estado de gracia, DOS MUJERES se centra en el éxodo de Cesira, una modesta comerciante de Roma, y su hija adolescente, huyendo del horror desatado en las calles de la capital. La Roma bombardeada se ha transformado en una tumba, y Cesira arrastra con su hija Rosetta los caminos para dirigirse a las zonas rurales en busca de parientes, alejándose de la peligrosa ciudad, blanco de los constantes ataques. Retratos de costumbrismo, de supervivencia, disertaciones políticas, ideales partisanos y, ante todo, temor, sentido común, idealismo y amenaza predominan en esta película donde se mete de lleno la mano en las heridas del fascismo, en sus engaños y en la forma en que las personas sencillas del campo interiorizaban sus mentiras y sus principios discriminatorios disfrazados de exaltación y de gloria, pero también en la arriesgada rebelión de quienes no lo aceptaban. Cesira, mujer fuerte, rotunda, sensual y práctica, avanza en su periplo de búsqueda de un sitio seguro en el que asentarse junto con Rosetta. Decidida, mordaz, valiente y emprendedora, se patea los caminos sin descanso, hallando refugio entre antiguos familiares y nuevos amigos, compartiendo con penalidades y alegrías, y agitando el corazón de algún joven incapaz de sustraerse a la tremenda atracción de sus encantos. Es la trágica, surrealista y brutal historia de una madre que pelea sin descanso por salir adelante junto con su hija, librando su propia batalla, la batalla que tantas personas libran cada día, contra el miedo, la penuria, el hambre, el desconcierto, el caos, el atropello y de su integridad humana... Pero el riesgo acecha tras cada piedra y tras cada sendero.... También es un canto a esa capacidad que tiene la vida para recuperarse y renovarse, para hallar siquiera una mínima esperanza incluso en el centro de las tinieblas. Con una fotografía austera, un guión naturalista y la fuerza interpretativa de Sofía Loren acompañada de buenos secundarios, DOS MUJERES se alza como una de las películas más hermosas y crudas del neorrealismo-tardío italiano.

 

Esta película es una de las colaboraciones más conocidas de De Sica con la actriz Sophia Loren. El guión, de Cesare Zavattini y De Sica, se rueda en escenarios naturales de Itri y Saracinesco, en Lacio y en los platós romanos de Titanus Studios. La acción dramática tiene lugar en Santa Eugenia  y alrededores del camino entre Roma y Santa Eugenia. La trama se extiende desde semanas antes del desembarco aliado en Sicilia, hasta algunas semanas después de la liberación de Mussolini por los alemanes. El film suma drama y guerra y compone un retrato impresionante de la crueldad y la devastación de la guerra, vista desde la óptica de una madre volcada en su hija. La miseria, el hambre, el miedo y la muerte pasan a formar parte habitual del mundo que las rodea. Los bombardeos, los ametrallamientos desde el aire, el ruido ensordecedor de los aviones en misiones de observación, identificación de objetivos y de ataque, llena el paisaje de la ciudad y del campo, llevando destrucción, desolación y desamparo a personas inocentes, sin distinción de edad, género e ideología. La llegada de soldados aliados y la retirada progresiva de los alemanes no cambia la situación que viven las dos...., porque la guerra continúa. Son interesantes los retratos que De Sica compone de los ancianos, los niños y las mujeres, como víctimas absolutas. Con habilidad y concisión dibuja el talante y el comportamiento de los fascistas del pueblo, del comandante alemán que se deja invitar a comer una vez a la semana por la familia más acomodada de la localidad, la desesperación de los soldados alemanes que se baten en retirada, las reacciones populares ante las noticias que llegan del frente. Pero hay algo que me impresionó, me hizo contraer los músculos y sentir una infinita piedad y es la descripción del afecto, cariño y afanes de protección que embargan a la madre en relación son su hija adolescente. El peso de esta línea de acción se hace tan rotundo y tan determinante que deviene el eje central del film. De ese modo, más allá y por encima de otros objetivos, el relato propone al espectador un análisis de cómo es y cómo reacciona la condición humana, en momentos extremos, cuando se ponen en peligro seres queridos y se tocan parámetros instintivos. La música, de Armando Trovajoli, presenta una partitura de melodías sencillas, pegadizas, corales y populares, acorde con los requerimientos de la historia. Añade composiciones líricas de acompañamiento en las escenas más emotivas. Un hermoso corte de violines precede y sigue a la secuencia del interior de la iglesia. El clímax de gran dureza, se acompaña de una percusión monocorde de intenso dramatismo. La fotografía, de Gábor Pagany, crea un discurso visual sincero y realista, basado en el uso de una fotografía bien contrastada, de vibrantes claroscuros. 
 

Doña Cesira es de aquellas mujeres con un carácter indomable, que no confía en nadie aunque a veces cede a las tentaciones. Todo lo que hace en esta vida es por su hija. En Italia se viven tiempos de Guerra  y Roma se encuentra siendo bombardeada todo el día, Cesira decide irse, y tras un viaje un tanto accidentado llega al lugar que la vio nacer. Es recibida con algarabía por sus familiares y amigos que la conocieron de pequeña y joven, antes que se marchara a la ciudad. En el pueblo todos se encuentran a la expectativa de lo que ocurre en Europa con la Guerra. Un joven llama la atención entre todos esos hombres veteranos de Santa Eufemia, sobre todo por Miguel, correctamente interpretado por Jean Paúl Belmondo. Es un chico bueno, en otras palabras un idealista que dice lo que piensa, obvio a la gente no le gusta escuchar verdades así que por eso mismo lo juzgan como si fuera un loco. A Miguel no le importa lo que piensen o digan los demás, él es fiel a sus ideas y sabe muy en el fondo que es un hombre honesto. Pronto, Cesira y Rosetta se hacen amigas de él. Inicialmente, Cesira lo hace por interés, ya que sabe que el muchacho es hijo de un hombre dueño de una tienda de víveres, como hay escasez es mejor llevarse bien con Miguel. Es más, hasta acuden a escuchar los relatos de la Biblia que él narra a todo el pueblo determinados días como si se tratara de un televisor andante. La persona que más lo escucha y lo cuestiona es Rosetta, no entiende como puede existir un hombre así. Cesira que también lo ha juzgado al inicio, de pronto lo empieza a ver con otros ojos, piensa que tanta bondad en un hombre sorprende, pero también Miguel la observa como quien desea y quiere a alguien. Lamentablemente la guerra y todo lo que ocurre alrededor de esta, arruina las posibilidades de amor de ambos personajes. Una dura película, donde la guerra implica la perdida de la inocencia y donde hay que sobrevivir. Cuando una madre viuda junto a su hija deben vivir el infierno de pertenecer a un país como la Italia de Mussolini durante la Segunda Guerra, se convierte en ardua tarea.Vemos como la gente vive engañada, donde creen que apoyar el fascismo es algo que les beneficiará y al final todos son víctimas de los nazis alemanes e incluso de los propios italianos. Sophia Loren debe soportar la perdida, el exilio y la guerra, debe cuidar de su hija, evitar que las maten o ser esclavas sexuales de soldados extranjeros. Su responsabilidad se ve afectada en todo y lo único que les levanta el ánimo es ver que los aliados han llegado, la guerra pronto terminará. Para tratarse de una película de principios de los 60, podemos deleitarnos con bastantes escenas explicitas, de violencia y sexo que no llegan a rozar el erotismo visual, sino más bien la sensación de serlo, pero al final consiguen nuestro asombro por dichas secuencias y uno de los alicientes de visionar el film de Vittorio De Sica.
 

Se que hablar de la inmensa categoría de Sophia es viento del sur, ha demostrado a la largo de una dilatada carrera que no hay personaje que se le resista, y a mi personalmente recomiendo que la admiréis en UNA JORNADA PARTICULAR, la fusión de los dos personajes tan dispares nos hace amarles con una ternura que no está en las Escrituras. Recuerdo que mi amigo Brando me comentó que cuando rodaban LA CONDESA DE HONG KONG, a las ordenes del dictador Chaplin, la actriz le confesaba sus temores, Chaplin la trataba como un electricista, no tenia consideración con su categoría de actriz, ni le profesaba admiración, Brando se dedicó casi por completo en arropar a Sophia, a enseñarle como convencer al dictador...(en enseñar puedo jurar que Brando era un maestro)...y sacarle de lo que posiblemente era una equivocación de Chaplin, cuando él quería para el papel de la condesa a la actriz Elizabeth Taylor, cosa que resultó imposible. Reconozco que Sophia esta insuperable, Brando....siempre será Brando, con eso he dicho todo, y Chaplin demostró con esta, su última película que dirigió, que estuvo equivocado, porque con Sophia al lado de Brando en la pantalla, era como una bomba. Fué una comedia que a mi particularmente me pareció exquisita, con momentos cómicos de gran impacto.


Sophia Loren es un monstruo de la pantalla, haga lo que haga, lo envuelve y se transforma en perfección, además de ser una bomba que quema la pantalla. En “Dos mujeres” representa a la mamma italiana, la mujer luchadora, la que no se rinde, que da todo hasta el final. Para ella su lema es “retroceder nunca, rendirse jamás”. Vittorio De Sica demuestra en esta película el talento que tenía para escoger excelentes historias, diálogos, actores, paisajes y también la capacidad para conmovernos siempre cuando quedan los últimos 30 minutos para finalizar la proyección. Ha salido al mercado un nuevo DVD de ‘Dos mujeres’, que distribuye Divisa. Aprovecho el lanzamiento para repasar la que me parece una obra de culto, una gran película sobre eso que en España llamamos desde Goya ‘Los desastres de la guerra’. Importante obra neorrealista, firmada por el maestro De Sica, quien tuvo que convencer al productor Carlo Ponti de que no era buena idea su propuesta de reparto. Ponti pensaba en Anna Magnani para el papel de madre y en Sophia Loren como hija. Vittorio de Sica, con buen criterio, creía que era imposible que Sophia Loren fuera una niña de trece años. 
 


Alberto Moravia, el autor de la obra en que está basado el film, vivió los años de la guerra y fue testigo de las atrocidades que se nos cuentan en la película. Además, es un autor cercano al comunismo, y toda la cinta tiene un tono antifascista, que se extiende a las fuerzas aliadas, ideas que hablan a través del personaje de Jean Paul Belmondo. Michele es un hombre serio, un licenciado en Letras que usa gafas; se va a enamorar de Cesira y a su vez la pequeña Rosetta se muestra encandilada ante él, lo que refuerza la función axial del personaje/ideología. La tesis es el rechazo total de la guerra. En una de las secuencias, Michele y Cesira caminan por el campo cuando se topan con un soldado ruso, un desertor. Tiene el torso desnudo y aparece junto a dos caballos, uno oscuro y otro blanco, un simbolismo-De Sica, que representa ambos bandos, a los que hace huir con una vara. Es la ejemplificación perfecta del rechazo a la guerra.


La miseria y la brutalidad campa a sus anchas en la película. Desde los títulos iniciales, vemos como los campos están poblados por refugiados y gente que no tiene para comer. De Sica, como manda el estilo neorrealista que brillantemente trabajó, retrata estas penurias, las muertes, los dramas. Conocemos los apuros de la valerosa madre para conseguir comida y para defender a su hija. Su hija es toda su vida. Sophia Loren nos ofrece su excelente interpretación, sentida y natural. Sensual y poderosa.....Una actriz impecable. El film avanza y con ella la tragedia. La llegada de los aliados no mejora las cosas, y los alemanes lanzan sus últimos coletazos rabiosos. La última parte de la película, la más dura y sobrecogedora, destroza al espectador, que siente encogerse su corazón. El desastre, la pérdida total de la humanidad, la masacre de los cuerpos, la certeza de una vida miserable. El final de la película recuerda el inicio, la tienda romana. La madre y la hija se abrazan entre lágrimas, sabedoras de que ya no queda más amor para ellas en el mundo. En 1943, Roma sufre un intenso bombardeo de la aviación aliada, que abre camino a las tropas de liberación. Hay diversas escenas que son de una estética y un arte digno de mención:  cuando madre e hija están de noche acostadas en la misma cama y se ve en el ángulo superior izquierdo de la pantalla una lamparilla de aceite encendida bajo una imagen de la Virgen María, la tres están iluminadas, como representando la luz que conlleva toda mujer. También la declaración de amor del joven izquierdista a la viuda, junto al pequeño cementerio de la aldea, bajo un cielo cubierto de nubes oscuras y el inicio de un chaparrón; o la escena de las dos mujeres bajadas del tren y llevando las maletas sobre la cabeza ante las miradas y voces de los alegres soldados alemanes.


Se trata de un film eminentemente centrado en la impronta femenina. Alberto Moravia, el autor de la novela que dio pie a esta película, "La ciociara", nos describe en su libro así a ambas:

- "Cesira era viuda, tenía la cara redonda, los ojos negros, grandes y penetrantes y el pelo negro... Tenía la boca roja como el coral y, cuando reía, enseñaba dos hileras de dientes blancos, regulares y apretados. Era fuerte y sobre el rodete, en equilibrio sobre la cabeza, era capaz de llevar medio quintal... Su hija Rosetta tenía una cara de ovejita, de ojos grandes, expresión dulce y casi acongojada, una nariz delgada que le bajaba un poco sobre la boca, una boca bella y carnosa que, sin embargo, sobresalía de la barbilla encogida, precisamente como la de las ovejas."- 

La película está muy bien construida sobre las dos mujeres como soporte de la historia; excepto por un fallo... Rosetta, después de pasar por la traumática experiencia, aún tiene cuerpo ese mismo día como para ir a bailar. No es creíble; en modo alguno puede esperarse un comportamiento así en una fémina que acaba de experimentar la invasión brutal de la vida, ¡dicho comportamiento para mi resulta irracional desde todos los puntos de vista, incluso el de la locura!. Pero obviando estas lagunas, la película es un producto deslumbrante en potencial femenino e imágenes campestres que, nos transmiten oxígeno y naturalidad. 
Cada vez me gustan más las grandes películas italianas de los cincuenta y sesenta. Que grandes directores: LUCHINO VISCONTI, VITTORIO DE SICA, FEDERICO FELLINI, hay obras realizadas por estos tres maestros, que mas que material cinematográfico, deberían ser expuestos en los mejores Museos del Mundo. Dentro del film que me ocupa, me ha llamado la atención la sugerente escena final, reminiscente de la iconografía de la Virgen cristiana en el nacimiento de Cristo. A este respecto, es curioso considerar que Sophia Loren de signo astrológico Virgo, (símbolo de la mujer pura e inalcanzable). Pienso que a través de la imagen de esta escena final se nos propone la idea subconsciente de que a pesar de las amargas vicisitudes que sufren las protagonistas, pervive sin embargo una simbólica y arquetípica virginidad, en el sentido más amplio y profundo del término: bondad, pureza, capacidad de regeneración.
 

En una esquina cualquiera de la Italia rural Vittorio de Sica ofrece la imagen que buscamos. Era un maestro total y sabe lo que hace y rodea a Sophia Loren, de personajes vulgares del campo, la envuelve de hambre, miseria, miedo y mantiene una incertidumbre que, casa fielmente con la realidad. Esa imagen supone la esencia de "Dos mujeres": Sophia Loren, podría ser en la iglesia con Belmondo, con los campesinos o en la cama con su hija. Si esa imagen es el retrato perfecto de un momento, todo lo que viene antes y lo que viene después con el camino de ida y vuelta, es lo que hace de Vittorio de Sica un cineasta brillante. La sensualidad de una Sophia Loren imponente, viene acompañada de una interpretación mas que impecable. La fuerza de su amor se desprende en cada minuto, en Roma al principio, en el pueblo y en el nefasto camino que recorren arriba y abajo. Un trabajo cinematográficamente desgarrador, y que yo recomiendo pese a su crudeza. Los minutos finales, son el resumen de años de sufrimiento y los arrastran, ofreciendo el peor retrato posible. Ese sentimiento de protección maternal, de supervivencia, de amor...Esa es la esperanza de la especie... no todo es pesimismo. Sophia se llevó el Oscar mas que merecido a la mejor actriz interpretando un personaje femenino de enorme complejidad. Su interpretación es memorable y hace que uno sufra y ría junto a ella. Vittorio de Sica ofrece un lienzo donde la clase humilde es la protagonista. En este caso el mismo pueblo italiano, donde los fascistas alemanes eran considerados amigos, puesto que Mussolini se encontraba en el poder. El personaje principal irá cambiando de ideología conforme va evolucionando la guerra, y se empieza a comprobar que no existe nada para comer, y que se ve en la obligación de cocinar hierva para poder alimentarse o ve como las madres que han perdido a sus hijos venden su leche materna. Una mujer que dará paso a otra mujer con tal de sobrevivir e intentar comprender porqué les está ocurriendo eso; y porqué unos pobres niños inocentes pagan las injusticias de la guerra. En fin, un impresionante drama cargado de connotaciones políticas con un mensaje que canta a la libertad del pensamiento, y a la libertad de las personas.



Me gustó el final que tiene, termina donde empieza, en la tienda de Cesira, pero si al principio vemos a una madre sonriente y optimista, ésta vez vemos a una madre triste por lo que le ha tocado vivir, pero más fuerte, con la firme determinación de seguir luchando por la vida. He visto el film varias veces, nunca olvidaré la primera vez, pero sigo sintiendo amor por el cine de Vittorio De Sica, como sigo venerando el de Luchino Visconti, dos pilares indispensables para seguir la trayectoria de la cinematografía italiana, dos maestros, dos seres tocados por la mano de los dioses, y dos nombre que fueron tejido por ese hilo de oro que diferencia a los grandes del cine, de esos otros.....DOS MUJERES es una película inteligente, retrato de una pobreza extrema en periodo de guerra, y un cuadro tan mísero que vivió ese país tanto en las grandes ciudades como en los pueblos. La dirección es directa, no pierde el tiempo en detalles absurdos y tampoco poéticos, muestra las cosas con realismo, fiel reflejo de una terrible guerra.

 


Hay una cosa que me ha ayudado ahora, al cabo de muchos años para amar mas el papel de Sophia. Recuerdo una vez que Pedro Almodóvar hablaba de su film “Volver” y lo comparaba con el cine italiano, comentó como en el cine italiano las mujeres de clase media y baja resultaban ser atractivas y femeninas, introduciendo a su protagonista de "Volver", en ese realismo italiano.....Lo que Almodóvar no sabe y no puede diferenciar es su pobre actriz, que destila mediocridad, cuando la italiana está a años luz de la interprete de su film "Volver".. Espero que llegará el día en que el director manchego descubra su error........ !!Pero eso es otra historia!!... En 1988 se volvió a rodar otra versión de esta misma historia, con el mismo nombre y actriz protagonista, realizada por Dino Risi y en color. Pero no tenía ni punto de comparación con la que dirigió Vittorio de Sica y que ha vivido una reciente restauración hecha por el equipo de "Cinema Forever The Mediaset Collection" con Enzo Verzini al frente, un técnico que trabajó con Visconti, Rosellini, Fellini y Antonioni. En esta edición para DVD, además de recuperar la calidad del vibrante blanco y negro original, viene el documental "La Ciociara 40 anni dopo" y una escena eliminada por la censura. "Dos mujeres" es un relato brutal y conmovedor, no precisamente la experiencia neorrealista más agradable del mundo, pero sí un testimonio impactante de la especial relación que se produce entre madre e hija, a lo largo de una Italia cubierta en llamas por esa locura que la Historia conoció como II Guerra Mundial.

 

 



Absolutamente recomendable y una de las grandes demostraciones de que esa torre de fuego era mucho más que un espléndido regalo de Afrodita a los mortales.

 

 

 

LA PELÍCULA OBTUVO LOS SIGUIENTES PREMIOS:


Oscar: Mejor actriz (Sophia Loren)

Globo de Oro: Mejor película extranjera de habla no inglesa

Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor actriz (Sophia Loren)

Festival de Cannes: Mejor actriz (Sophia Loren)

Premios David di Donatello: Mejor actriz (Sophia Loren)